martes, 5 de abril de 2011

La Guerra Civil, hace 70 años (2006)

Os dejo con una serie de reportajes especiales que emitió TVE en su programa Informe Semanal en julio de 2006 para conmemorar el 70 aniversario de la Guerra Civil Española. Para visionar cada documento, pulsad sobre el correspondiente título (en color amarillo).


El programa analiza las causas que llevaron a los españoles a enfrentarse en la cruenta contienda de 1936. Prestigiosos historiadores como Paul Preston, Santos Juliá, Julio Aróstegui, y Antony Beevor reconstruyeron para INFORME SEMANAL cómo las grandes expectativas de modernización del país que se abrieron con la República en 1931, se fueron transformando en conflictos sociales, disputas partidistas y odios irreconciliables, y cómo los generales más conservadores fueron estructurando la trama de la conspiración que acabaría en el golpe de estado del 18 de julio. Santiago Carrillo, secretario de las juventudes socialistas unificadas en 1936 y miembro de la Junta de Defensa de Madrid, y Jesús María Salas Larrazábal, general de brigada e historiador, rememoran los sentimientos y las inquietudes que se vivían en aquella sociedad enfrentada. Algunos de los supervivientes de Belchite, el pueblo cuyas ruinas han quedado como símbolo de la contienda, aportan sus vivencias de aquellos terribles años, de aquella guerra que costó la muerte a medio millón de españoles.


Su muerte y su tumba siempre han estado envueltos en un halo de misterio. Un 18 de agosto de 1936, en circunstancias todavía no del todo aclaradas, Federico García Lorca era fusilado en el barranco de Viznar a pocos kilómetros de Granada. La Guerra Civil acababa de comenzar y el terror se había instalado en la provincia. Los restos de miles de personas continúan enterrados en aquellos parajes al pie de la sierra de Alfacar, donde fueron víctimas del odio fratricida de aquellos años. Lorca, que había apoyado a la República y que había sido muy crítico con el ambiente predominantemente conservador de su ciudad, había regresado a Granada pocos días antes del golpe militar del 18 de julio, porque creía sentirse más seguro junto a los suyos. INFORME SEMANAL recuperó los esfuerzos de diferentes investigadores e historiadores por reconstruir lo ocurrido en aquellos días en que los rencores políticos o las venganzas familiares acabaron con la vida del poeta.


En sus mentes siguen vivos el hambre, el dolor y el miedo de una época que cambio sus vidas. En su memoria permanecen las historias que sólo su generación puede ya contar en primera persona. Son ancianos octogenarios, del bando nacional o del republicano, con los que INFORME SEMANAL ha recorrido algunos de los escenarios más emblemáticos de la Guerra Civil. En las calles de Melilla, o de Lora del Río -cerca de Sevilla-, o de Gernika, o en las ruinas de Corbera -donde tuvieron lugar los primeros bombardeos de la batalla de Ebro-, perduran las huellas del impacto de la guerra y allí, los que fueron algunos de sus protagonistas, han rastreado en su memoria para trasladarnos hasta unos tiempos y unos lugares repletos de sufrimiento.


Fueron más de cincuenta mil y llegaron de medio centenar de países distintos. Eran jóvenes, idealistas y románticos. Muchos eran comunistas; algunos apenas sabían dónde estaba España y no hablaban el castellano, pero a todos les unía la convicción de que parar el golpe militar contra la República era una forma de detener el fascismo que avanzaba en toda Europa. Los brigadistas internacionales estuvieron dos años en España y combatieron en los principales frentes. Aquí murieron más de diez mil. Hoy, apenas quedan unas decenas de supervivientes, pero todos guardan la huella imborrable de aquellos años y nunca han perdido el contacto con nuestro país. INFORME SEMANAL ha estado con algunos de los brigadistas más relevantes que todavía pueden contarlo. Son testigos vivos de una historia, de la que en la mayoría de los casos conservan una detallada memoria.


Durante toda la Guerra Civil, pero especialmente en el invierno de 1936, Madrid se convirtió en el símbolo de una ciudad asediada. Los intentos del ejército de Franco por tomar la capital chocaban una y otra vez con la defensa de los republicanos, que acuñaron como lema de la resistencia el famoso "No pasarán". A la dureza de los combates se sumaron el hambre y el frío, provocados por el desabastecimiento de alimentos y combustible, y el miedo a los bombardeos franquistas y a los desmanes de la retaguardia republicana. Y a todos estos problemas debía hacer frente la llamada Junta de Defensa de Madrid, un organismo delegado del propio gobierno de la República, que se había trasladado a Valencia. El reportaje pretende retratar la vida cotidiana de una ciudad en guerra, con la ayuda de protagonistas de aquella época, de prestigiosos historiadores y recuperando algunos de los escenarios de la contienda.


Un día de octubre del año 2000 se abrió en Priaranza del Bierzo, en la provincia de León, una zanja al pie de un viejo nogal. Dentro se encontraban trece cuerpos que habían sido enterrados allí sesenta y cuatro años antes, al poco de comenzar la Guerra Civil. La de Priaranza fue la primera fosa de fusilados por el franquismo en cuya apertura participaron arqueólogos y forenses. Su ayuda fue decisiva para identificar los cuerpos, y casi setenta años después, sus familiares pudieron darles la sepultura que aguardaron durante décadas. Desde entonces la escena se ha repetido en otros parajes de la geografía española, conocidos por los lugareños y ocultados por el miedo. La apertura de las fosas, la retirada de algunos símbolos franquistas y la aprobación de una Ley de Memoria Histórica, que esta semana ha pasado su primer trámite parlamentario, en medio de las críticas de quienes consideran que no repara suficientemente a las víctimas y de quienes piensan que remueve innecesariamente el pasado, han marcado el 70 aniversario de la contienda.
Con la emisión de "La Memoria Recuperada", INFORME SEMANAL concluye la serie de reportajes especiales dedicados a la Guerra Civil española.

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